¿Qué es el estrés térmico y cómo prevenirlo en el entorno laboral?

El estrés térmico laboral hace referencia a la carga de calor que soporta un trabajador durante su jornada, lo que puede comprometer tanto su salud como su rendimiento. Este fenómeno ocurre cuando el organismo no logra regular su temperatura de manera eficaz, debido a condiciones ambientales exigentes y a la intensidad del esfuerzo físico realizado.

Entender cómo se genera el estrés térmico, qué normativas lo regulan y cómo puede prevenirse mediante el uso de vestuario técnico adaptado es clave para reducir riesgos y proteger al equipo en condiciones extremas.

El estrés térmico laboral se produce cuando el cuerpo no puede disipar correctamente el calor que genera o recibe del entorno. Esto puede deberse a altas temperaturas, humedad elevada, uso de prendas poco transpirables o realización de esfuerzos físicos intensos. Cuando la temperatura corporal se eleva por encima de los límites fisiológicos, comienzan a aparecer síntomas que pueden ir desde la fatiga hasta golpes de calor severos.

  • Sudoración excesiva y deshidratación
  • Mareos, debilidad y dolor de cabeza
  • Calambres musculares
  • Pérdida de concentración
  • En casos graves, desmayos o colapso térmico
estrés térmico en el trabajo

Este riesgo afecta especialmente a trabajadores expuestos a ambientes calurosos o mal ventilados, como:

  • Operarios en fundiciones, acerías o mantenimiento industrial
  • Personal de emergencias y cuerpos de intervención
  • Trabajadores en entornos exteriores durante el verano (obra civil, logística, etc.)
  • Profesionales que usan EPIs pesados o poco transpirables

La exposición prolongada sin medidas preventivas puede comprometer tanto la salud del trabajador como la seguridad operativa del equipo.

La aparición del estrés térmico en el trabajo no se debe a un único factor. Suele ser la combinación de varios elementos —como el clima, el esfuerzo o la ropa— lo que acaba desbordando la capacidad del cuerpo para autorregularse. Estos son algunos de los factores que influyen en el estrés térmico laboral:

  • Condiciones ambientales: Temperatura elevada, humedad relativa, radiación solar y falta de ventilación adecuada.
  • Carga física de trabajo: Contra más esfuerzo, mayor generación de calor corporal.
  • Vestuario laboral: El uso de ropa no adecuada para ambientes calurosos puede dificultar la disipación del calor.
  • Factores personales: Edad, condición física, estado de salud y nivel de aclimatación al calor.

El estrés térmico laboral está reconocido como un riesgo que debe ser evaluado y controlado por parte de las empresas. Aunque no existe una legislación única que lo regule de forma específica en todos los sectores, sí hay referencias normativas clave que marcan las pautas de actuación.

  • Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL): obliga al empresario a garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, incluyendo condiciones térmicas adecuadas.
  • RD 486/1997 sobre disposiciones mínimas de seguridad en los lugares de trabajo: establece rangos recomendados de temperatura (17–27 °C en trabajos sedentarios, 14–25 °C en trabajos ligeros).
  • INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo): publica guías técnicas y criterios para valorar el estrés térmico y tomar medidas preventivas.
  • Normas internacionales como ISO 7243: utilizan índices como el WBGT (Wet Bulb Globe Temperature) para evaluar el estrés térmico en ambientes calurosos.
  • Adecuar los horarios de trabajo en función del calor
  • Facilitar acceso a sombra, agua y pausas regulares
  • Formar al personal sobre síntomas y primeros auxilios
  • Utilizar vestuario técnico transpirable y ergonómico, adaptado al nivel de exigencia térmica del puesto

La elección del EPI adecuado es un elemento central en cualquier estrategia de prevención eficaz frente al estrés térmico.

El vestuario laboral no solo protege frente a riesgos visibles; también puede marcar la diferencia frente a riesgos invisibles como el estrés térmico por calor. Una prenda mal diseñada puede atrapar el calor corporal, impedir la transpiración y aumentar el riesgo de colapso térmico. Por el contrario, el uso de tejidos técnicos avanzados, ergonómicos y adaptables permite regular mejor la temperatura corporal durante la jornada.

En Confecciones Oroel desarrollamos soluciones específicas para entornos térmicamente exigentes:

  • Tejidos transpirables e inteligentes, como las membranas Gore-Tex®, que permiten evacuar el calor sin comprometer la protección.
  • Diseños ergonómicos y modulares, que se adaptan a diferentes condiciones climáticas y niveles de esfuerzo.
  • Criterios de ecodiseño y durabilidad, que alargan la vida útil del EPI sin perder prestaciones, incluso en condiciones extremas.

Estas soluciones no solo responden a los requisitos técnicos de seguridad, sino que también mejoran el confort y el rendimiento del trabajador, ayudando a prevenir el estrés térmico de forma efectiva y sostenible.