La actividad de los bomberos abarca mucho más allá de la extinción de incendios. En el 80% de los casos, las incidencias a las que deben hacer frente pasan por estructuras que hay que desconectar del suministro eléctrico, rescates frente a cables de alta tensión o accidentes de tráfico, con el riesgo añadido que presentan actualmente los vehículos eléctricos.
En este artículo, vamos a centrarnos en la protección frente a vehículos eléctricos y la problemática de los riesgos eléctricos a la que se enfrentan los bomberos. En este tipo de intervenciones se producen en muchos casos lesiones derivadas de una protección deficiente que no deben pasarse por alto.
Riesgos eléctricos a los que se enfrentan los bomberos
¿Cuáles son los principales riesgos a los que se enfrentan los bomberos?
Arco eléctrico
Cortocircuitos a través del aire de uno o dos conductores al suelo y el arco eléctrico cuya descarga conlleva las siguientes consecuencias: fuerzas explosivas, altas temperaturas, residuos proyectados y radiaciones intensas UV, que pueden lesionar la visión del profesional que se encuentra al mando.
Las consecuencias de estas lesiones pueden abarcar quemaduras de segundo grado, daños pulmonares, ceguera o lesiones derivadas de fuertes traumatismos.
Riesgos eléctricos
Se dan principalmente en todas las intervenciones que se realizan en accidentes de tráfico, cuando los implicados son vehículos eléctricos.
Descargas eléctricas
Se trata de un contacto breve y accidental de conductores eléctricos bajo tensión, que implican quemaduras en los puntos de entrada y salida, alteraciones en el ritmo cardíaco y asfixia en muchos casos.
Para concretar más acerca de este tema vamos a realizar un análisis sobre los rescates en los vehículos eléctricos.
Rescates en vehículos eléctricos
Los sistemas eléctricos que componen los vehículos eléctricos abarcan desde los 100V hasta los 600V, en el caso de tratarse de camiones eléctricos. Es en la parte trasera del vehículo o bajo los asientos de detrás donde se ubican estos bloques de baterías.
La alimentación del motor se realiza a través de cables de media tensión, bajo el suelo del vehículo. Durante cualquier operación de rescate, los bomberos deben de prestar una especial atención para evitar cortar, aplastar o tocar estos cables. Es muy importante que, antes de rescatar al personal que se encuentre en el interior del vehículo, desconecten las baterías.
Hay vehículos que cuentan con un sistema automático que desconecta las baterías cuando se produce una colisión, pero en el resto de vehículos esta desconexión hay que realizarla de forma manual.
Gran parte de los fabricantes de vehículos eléctricos ofrecen ya guías donde describen dónde está el conector de servicio en caso de que el vehículo lo lleve para facilitar al personal de rescate esta tarea.