En función de la protección y el tipo de llama, se hacen varios ensayos de protección contra la llama en el vestuario de protección ignífugas que vamos a describir y especificar a continuación.
Ensayos de protección contra la llama
El ensayo más común es el de propagación limitada de la llama, y se emplea tanto en la norma EN ISO 14116, como en la EN ISO 11611 y 11612. Literalmente se aplica un mechero de laboratorio encendido sobre la prenda para comprobar que las llamas no se extienden desde el punto de contacto.
En un tejido normal, la llama se expande y destruye el material, mientras que en un tejido ignífugo, las llamas son contenidas o se apagan por falta de material combustible.
Grados de protección en la EN ISO 14116
En la EN ISO 14116 se diferencian tres grados de protección, en el que 1 es el más bajo y 3 el más alto.
ÍNDICE 1: La llama no se propaga, no hay cenizas, no hay brillo de brasas pero puede haberse formado un agujero.
ÍNDICE 2: La llama no se propaga, no hay cenizas, no hay brillo de brasas y no se ha formado un agujero.
ÍNDICE 3: Para este nivel, la llama no se propaga, ni hay cenizas, ni resplandor de brasas, ni formación de agujero y también se especifica que el tiempo de post-combustión de cada probeta individual sea inferior a 2 segundos.
Grado A1 o A2
Dependiendo de cómo se realiza el ensayo, se otorga el grado A1 o A2 en cualquiera de estas tres normas mencionadas.
A1 indica que el ensayo se ha realizado sobre la superficie en plano del tejido, mientras que A2 indica que el ensayo se ha realizado en el borde del tejido, por ejemplo, el dobladillo de una manga, poniendo a prueba no sólo el tejido, sino también todos los materiales que componen esa costura. En un puño por ejemplo, se probaría también que la goma del interior también es ignífuga.
Las EN ISO 11612 y EN ISO 11611, exigen un mínimo de índice 3 para cumplir, es decir, son mucho más restrictivas en los resultados que le EN ISO 14116. También deben de pasar el ensayo todas las capas de tejido que compongan la prenda, ya sea de forma individual o conjunta.
Ensayo de materiales y partes de la prenda
Además, también exige que se sometan a un ensayo más todos materiales y partes de la prenda, no sólo el tejido, que es el de resistencia al calor. Este se realiza mediante la exposición de 5 minutos a un flujo de aire de 180ºC, u opcionalmente, de 260ºC. También deben pasar el ensayo todos los avíos que compongan la prenda como cremalleras, velcros, cordones, tankas, hebillas, etc. por supuesto, estos deben seguir funcionando después de acabar el ensayo.
Las costuras también deben permanecer intactas, sin romperse ni descoserse, para asegurar que la prenda no se rompa durante su uso. También debe ensayase todo aquel elemento que se coloque en el exterior de prenda o este adherido a ella, como puede ser el reflectante o un logotipo tipo transfer o bordado, que sea mayor a 10 cm2. Estos deben cumplir el mismo nivel que el tejido en toda la superficie.
La EN ISO 11611 tiene dos ensayos distintos, uno en el que se mide la resistencia al calor radiante y otro en el que se mide la resistencia a las esquirlas de metal fundido.
En el caso de las prendas de protección para bomberos, que están sometidos a un ambiente muy hostil, con altas temperaturas y llamas directas, con riesgos de quemaduras por todos los tipos de calor, los ensayos se vuelven mucho más restrictivos y complejos, por lo que se usa una norma distinta para ellos.