Todos los trabajos exigen su vestuario de protección para preservar la seguridad de los trabajadores, siendo especialmente importante en aquellas actividades que implican riesgos elevados. Sectores como los dedicados a la generación y distribución de electricidad, energías renovables, refinerías, almacenamiento y distribución de combustibles, empresas químicas, fabricación de metales pesados, precisan de prendas ignífugas específicas.
Pero, ¿qué son y para qué sirven las prendas ignífugas? En este artículo aclaramos todas las dudas que puedan surgir en torno a esta tipología de vestuario de protección.
Qué son las prendas ignífugas
Las prendas ignífugas son aquellas que han sido diseñadas para proteger a los trabajadores de los riesgos derivados de un breve contacto accidental con llamas, o en su defecto, con el contacto de uno de los tipos de calor existentes.
En función de cómo se propaga, identificamos varios tipos de calor: convectivo, radiante y conductivo.
Tipos de calor
Calor convectivo
Este tipo de calor tiene su origen en la diferente densidad del aire caliente y frío. Fruto de esta diferencia, el aire caliente menos denso tiende a ascender y el frio, más pesado a caer. Así tenemos creado un flujo térmico.
Calor radiante
El calor radiante se genera por una fuente de calor a una alta temperatura. Esta fuente de calor puede tratarse de un incendio, un horno con metal fundido o llamas de fuego que están controladas. A diferencia del calor convectivo o de contacto, el calor radiante es direccional y no necesita del aire o de otro material para su transmisión.
Calor conductivo
Este calor se produce cuando un cuerpo entra en contacto con superficies calientes. Se produce un gradiente de temperatura, desde el cuerpo más caliente al cuerpo menos caliente.

Normativa del vestuario de protección contra calor y llama
Como queda reflejado en la normativa, el vestuario de protección contra calor y llama debe de estar compuesto por prendas exteriores. Los materiales que las constituyen deben ser flexibles y proteger el cuerpo de la persona que la lleva, excepto las manos.
En la cabeza y los pies deben emplearse polainas y cubre botas y capuces.
Este tipo de EPI tienen que cumplir una serie de características principales:
- No ser combustibles. No deben arder.
- Deben prestar resistencia al calor, cuando este proviene de una fuente externa radiante o convectiva.
- Deben mantener la integridad, no desprender humos tóxicos, resistencia y transparencia de humos.
- Han de ser cómodos para el usuario que los lleva, aportando libertad de movimiento. La transpirabilidad y el bajo peso son aspectos fundamentales.
Cuando hablamos de prendas de Categoría II
Las prendas ignífugas pertenecientes a la categoría II deben emplearse en ambientes que tengan una temperatura ambiental inferiores a los 100˚ C.
Categoría III
En ambientes que presenten una temperatura mayor o igual a 100 ˚C, exista o no radiación infrarroja, grandes cantidades de material fundido o llamas, emplearemos las prendas de protección de categoría III.
Debemos tener en cuenta que el vestuario de protección contra calor y llama ha de cumplir con una serie de requisitos de propagación limitada de la llama (A1 o/y A2) y con un requisito de transmisión térmica al menos (B, C, D, E y F).

Pictograma de información de las prendas ignífugas
El pictograma que se emplea en la ropa ignífuga es el que se muestra a continuación. En la etiqueta de cada prenda, podéis encontrar una descripción de sus características: el pictograma de la norma con su número y fecha y su nivel de prestaciones.

Diseño de la ropa de trabajo ignífuga
El diseño de las prendas ignífugas, además de todas las especificaciones técnicas que hemos mencionado anteriormente, también deben de cumplir una serie de requisitos:
- La longitud de la chaqueta debe solaparse con la parte superior de los pantalones de protección contra calor y llama al menos en 20cm.
- Los bolsillos que contengan las prendas ignífugas han de estar fabricados con un material que sea resistente a los ensayos de propagación limitada de la llama.
- Los accesorios que estén situados en el exterior del traje de protección no pueden estar en contacto con la capa interna de la prenda ignífuga.
Requisitos de los trajes de protección contra las salpicaduras de metal fundido:
- No pueden llevar dobladillo ni las mangas ni los bajos del pantalón.
- Los bolsillos que estén situados en el exterior, a excepción de los bolsillos laterales que están situados por debajo de la cintura (que no formen un ángulo superior a diez grados con la costura lateral), deben cubrirse con solapas. Estas solapas deben ser 20 mm más anchas que la apertura de los bolsillos, para evitar que se introduzcan en su interior.
- Si el traje incorpora cremalleras, deben de frenarse cuando estén cerradas.
- La máxima distancia que puede haber entre un botón y otro es de 150 mm.
- Todos los cierres que se encuentren en las prendas ignífugas deben llevar una solapa de protección en el exterior del traje.
- Todas las costuras solapadas del interior de las prendas deben estar hacia abajo y asegurarse en esta posición.
- La composición de los bolsillos de parche debe estar formada por materiales que cumplan los mismos niveles de protección que el resto del traje.
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